Orgullo Gay
Cabe subrayar que, después del holocausto nazi, muchas víctimas no hebreas del exterminio fueron indemnizadas. Sin embargo, a los gays se les privó de cualquier compensación, puesto que sus tendencias sexuales eran consideradas como una enfermedad degradante, y no como una opción de cualquier ciudadano/a.
En el siglo XIX, el neurólogo alemán Richard von Krafft-Ebing afirmaba que la homosexualidad era una degeneración neuropática hereditaria, la cual supuestamente se agravaba por un exceso de masturbación. Posteriormente, Sigmund Freud postuló la existencia de una predisposición fisiológica y la etiquetó como desviación sexual.
Cualquier persona con capacidad para ponerse en lugar del otro puede imaginar el sufrimiento que han padecido los homosexuales por su orientación.
Para mí, como ciudadana, es motivo y muestra de libertad la celebración del día del Orgullo Gay y que se lleve a cabo en Madrid. Ojalá llegue a ser una realidad en todos los países del mundo. Lo que me causa extrañeza y aun estupor es que la organización haya aceptado subvenciones del Ayuntamiento de Madrid, presidido por el señor Ruiz Gallardón. Parece que se haya olvidado la reacción del PP cuando los socialistas propusimos y aprobamos, con el resto de la Cámara, la ley que permitía el casamiento entre personas del mismo sexo. Destacados/as dirigentes del Partido Popular realizaron todo tipo de declaraciones absolutamente pornográficas que no reproduciré aquí: ahí están en las hemerotecas. Y recordemos el recuso de anti constitucionalidad que la plana mayor del PP, con el señor Rajoy a la cabeza, planteó ante los tribunales.
Dicho esto, cabe la siguiente reflexión: la proporción de fondos por parte de la derecha más rancia de este país se trata tan sólo un burdo intento de lavar su cara más intransigente y homofóbica, cosa que se puede considerar una falta total de respeto hacia quienes defendieron su libertad individual y colectiva, que sufrieron represalias, persecución y hasta cárcel. Amnistía Internacional denuncia que dicha persecución se sigue produciendo en más de setenta países y que en ocho incluso se les condena a muerte.
Qué frágil es para algunos/as la memoria. ¿Recordáis lo de la señora Botella? “Una pera es una pera, y una manzana es una manzana”.
No quiero concluir este escrito sin felicitar de todo corazón a las personas que, con su lucha continua, permiten la celebración del Orgullo Gay.