17 octubre 2003

La especialización en periodismo

17 de Octubre de 2003

En casi todas las carreras existe la especialización; así por ejemplo, en Medicina nos encontramos con que hay cardiólogos, oculistas, etc. o en Historia tenemos egiptólogos, especialistas en Edad Media o Contemporánea, etc. etc.

Pues esta misma especialización que existe en distintas carreras de manera oficial y reconocida ha aparecido en Periodismo; aunque en ella no exista académicamente la especialización antiprogreso o antisocialista, vemos a diario a “profesionales” que son auténticas autoridades en la materia.

Esta especialización no reconocida oficialmente de antisocialista es ejercida por determinadas personas mediante el uso fuertes herramientas. Por otro lado, tenemos que los periodistas que son imparciales y consecuentes con su manera de dar la información son atacados de manera desmedida por los primeros, quienes no escatiman en argucias, por miserables que estas sean, para su persecución y descrédito.

Si para este menester tienen que recurrir a jueces prevaricadores y bajar a las cloacas de la justicia, no dudarán en hacerlo. Cualquier medio es bueno para conseguir su fin. Todos recordaréis al señor Polanco subiendo y bajando las escaleras de la Audiencia Nacional por un presunto delito que nunca existió. Esa persecución consistente en buscar pruebas que no existían durante semanas, en el transcurso de las cuales se le llegó incluso a retirar el pasaporte al señor Polanco, tuvo su punto álgido cuando el gobierno indultó al señor Gómez de Liaño, expulsado de la carrera judicial por el Tribunal Supremo tras su vergonzosa actuación en el caso. Tampoco deberíamos olvidar las presiones a las que fue sometido el señor Asensio, con amenazas de cárcel incluidas, hasta que consiguieron que vendiera Antena 3 para hacerse con ella.

Toda esta cantera de especialistas en anti- PSOE tienen sus principios en las figuras de Emilio Romero, Ansón, Pedro J. Ramírez, Jiménez de los Santos, Luis Herrero, José Mª García y un largo etc.

Hasta tal punto ha llegado la degradación en la libertad de expresión que en cualquier cadena de televisión local te encuentras imitaciones de tan siniestros personajes, como en Sevilla TV (perteneciente a la COPE) la de d. Francisco Robles, quien no duda en utilizar los medios que tan buenos resultados dieron a sus predecesores, por miserable que estos sean informativamente hablando.

De tal manera esta especialización ha calado en algunos sectores del periodismo, que a día de hoy seguirla supone un elevado porcentaje de probabilidades de triunfar económicamente. La falta de escrúpulos en la comunicación para que los grupos de presión lleguen al poder está generosamente pagada. Ejemplos claros lo tenemos en personajes como Pedro J. Ramírez o Sáez de Buruaga, ¿cómo en tan pocos años de ejercicio han conseguido semejantes fortunas?

Otro futuro millonario, si no lo es ya, será el señor Urdaci, en cuanto deje el ente público por sus servicios prestados. Su “Ce – ce O – o” pasará a la historia de la infamia y distorsión informativas.

El resultado de esta política informativa especializada no puede ser más lamentable, hoy por hoy el periodista que intenta ser imparcial se dará de cara con un grupo de presión que lo perseguirá, mostrándole por otra parte lo que puede ganar en dinero y tranquilidad si se pasa a la “especialización”.

No sé hasta qué punto nosotros los socialistas, ya seamos militantes o dirigentes, hemos tenido la culpa de esta coyuntura por no haber combatido el fenómeno desde el principio, o por habernos dejado acorralar informativamente hablando, pero tampoco me importa. Lo que quiero es que encontremos soluciones a la actual situación, y no que analicemos errores, para eso ya están los desinformadores que dirigen el ABC, la Razón, el Mundo u Onda Cero, sin dejar a un lado la Cope.

Lo que quiere es que empecemos a dar una solución a todo lo anterior, porque es algo que atenta contra nuestra democracia, contra el estado de derecho por el que luchamos en su día y contra la convivencia entre los ciudadanos/as de nuestro país. Si tenemos que recurrir a los tribunales como militantes o dirigentes cada vez que nos injurien, hagámoslo, tantas veces como haga falta a nivel individual y colectivo. Organicemos nuestras defensas y salgamos al paso como si fuéramos un sólo hombre o mujer.

Salgamos del bache democrático en el que estamos lo antes posible, por el bien de la ciudadanía y de nuestra democracia. Aún estamos a tiempo.