08 diciembre 2006

Por un puñado de dólares

Sevilla 8 de diciembre de 2006


La jurisprudencia norteamericana y la española son muy diferentes, casos que allí llevan a los tribunales no tendrían cabida en nuestro ordenamiento jurídico, de hecho el fallo de sus tribunales en ocasiones puede sorprendernos e invitarnos a la reflexión.

Hace unos meses una abogada afroamericana consiguió una indemnización, mediante fallo judicial al demostrar que una multinacional debía en parte su inmensa fortuna al tráfico de esclavos.

Esto me hizo meditar sobre la siguiente cuestión: si se demostrara como un monumental error la intervención militar contra Irak, promulgada por Aznar, que ha costado miles de vidas de civiles y que ha llevado a un país a la ruina y miseria más absoluta, así como a la desestabilización de toda aquella zona alimentando al integrismo de la peor calaña. Podríamos hacer lo mismo que la abogada afroamericana y pedir daños y perjuicios a la empresa creada y explotada por el Expresidente Aznar.

Hasta qué punto se puede considerar evaluable, en dinero, la decisión que tomó en su momento de mandar tropas a aquel país. Qué porcentaje económico cabría pedir por sus conferencias ante los sectores de la derecha más extrema norteamericana defendiendo la guerra, ante la necesidad de estar frente a armas de destrucción masiva que nunca existieron, o las conexiones imaginarias de la dictadura de Sadam con el terrorismo internacional.

Los derechos de la explotación de la imagen de Aznar o los de su esposa, Doña Ana Botella, se basan en el hecho incuestionable de la función pública que desempeñó en determinados momentos como Presidente de Gobierno. Pues no cabe en mi cabeza que personajes anónimos de nuestra vida cotidiana pudieran lucrarse de su imagen, si esta no fuera pública y notoria, por eso dudo mucho que la empresa formada por una policía y un profesor de autoescuela pudiera obtener ningún tipo de beneficios.

Claro está que esta empresa proyectada y creada por el Expresidente Aznar pudo ver la luz gracias a la doble moral que el Expresidente, sus Exministros y dirigentes del PP profesan, ya que de otra manera alguien con principios éticos, mínimamente asentados, hubieran desechado tal aventura empresarial.

El Exministro Álvarez Casco tras su retirada del Ministerio de Fomento pedía respeto a su privacidad, precisamente él que se caracterizó por no tener ninguno en toda su carrera política. El Expresidente Aznar pide que le dejen en paz. Por qué no nos dejó él en paz y nos metió en una guerra ilegal y sucia y por qué lleva meses utilizando en sus argumentaciones la violencia verbal para desautorizar y erosionar al Gobierno socialista. Su frase en la que afirmaba que España se estaba vulcanizando habla por si sola. Doña Esperanza Aguirre que cuenta que tiene dificultades para llegar a fin de mes, etc.

Dado que el recién publicado Informe Baker demuestra, más allá de la duda razonable, la inutilidad de la masacre en Irak, no estaría de más pedirles a los señores abogados de aquellas ciudades donde Aznar da sus conferencias, que emprendieran acciones legales contra su empresa.