Carta abierta a Günter Grass
10 de febrero de 2006
Estimado señor:
Aunque en muchas ocasiones he estado de acuerdo con usted en sus planteamientos, permítame expresarle que discrepo abiertamente con sus declaraciones referentes a las viñetas que se han publicado en Dinamarca con Mahoma como protagonista.
No creo que en ningún momento se haya cometido un acto de prepotencia contra la religión musulmana y sus creencias, tan sólo se ha hecho uso de la libertad de expresión y de imprenta. Que un número indeterminado de musulmanes se hayan sentido injuriados lo comprendo, pero esos sentimientos en modo alguno justifican la violencia, la quema de embajadas o las amenazas de muerte.
¿Se imagina usted que cada vez que condenan a morir lapidada en Nigeria a una mujer por presunto adulterio, las mujeres occidentales quemáramos sus embajadas o amenazáramos de muerte a sus ciudadanos? ¿O que cuando en Irán asesinan a hombres por ahorcamiento por ser homosexuales, los colectivos gays respondieran de igual manera y quemaran sus embajadas? Sr. Grass, la libertad de expresión no es prepotencia; romper las normas, siempre que no se atente contra los derechos humanos, no tiene porqué ser necesariamente malo.
Con motivo del envenenamiento masivo por aceite de colza que se produjo en España, yo viví de primera mano una situación esclarecedora que a continuación paso a exponerle.
Muchos de los afectados eran mujeres embarazadas quienes, al haber ingerido aceite envenenado, temían por la salud del feto y las secuelas que estos pudieran padecer. En aquellos años en mi país el aborto era ilegal. No había lugar donde realizarlo con un mínimo de garantía para la salud de la madre, además de constituir un delito castigado con prisión de 4 a 6 años de cárcel. Estas normas habían sido impuestas desde la Iglesia Católica. Pues bien, fueron organizaciones danesas y noruegas quienes facilitaron a estas mujeres que querían abortar los medios para que pudieran hacerlo y, le puedo dar fe, la respuesta a esta ayuda solidaria por parte de la jerarquía eclesiástica y por políticos de derechas fue muy parecida a la de las viñetas. Algunos políticos incluso trataron de perseguir a estas mujeres a su regreso, por lo que dichas acciones debieron llevarse en la clandestinidad.
El integrismo religioso, cualquier integrismo llevado a sus extremos, conduce a la muerte de los que no comparten sus ideas. De ahí que el estado de derecho laico y la libertad de expresión deban siempre prevalecer. Sólo tiene usted que recurrir a las hemerotecas de su país para comprobar cómo algunas mujeres que no quisieron observar la doctrina del Islam fueron perseguidas por sus padres o hermanos hasta que les dieron muerte.
Por todo ello Sr. Grass, le pediría que, como hombre de bien que lo considero, reflexionara ante sus declaraciones. Hombres y mujeres deben de tener los mismos derechos, pero si una ley sagrada faculta al hombre que profesa esa religión a someter a otra persona e incluso a darle muerte, quisiera saber yo dónde está la provocación en un trozo de papel y un poco de tinta.
Sin más que decirle, reciba un cordial saludo de
Plumilla
4 Comments:
Muchas Gracias por tu sensibilidad.
Además que yo sepa no se está incumpliendo ninguna ley pactada entre todos. Por ejemplo nuestra constitución.
Ojalá el señor Grass leyera esta misiva abierta.
Ok, gran mención a tantas injusticias que se cometen en los países donde gobiernan los integristas islámicos. Que parece que nadie se acuerda de las personas que los padecen.
Cuando empezó la legislatura, algunos defendimos que el PP no debería entrar en el Parlamento mientras Rubalcaba fuera el jefe parlamentario del grupo socialista. Un sujeto que tras su catastrófica trayectoria en Educación, tras su criminosa defensa del Gobierno del GAL y de todos los escándalos, fue capaz de acaudillar el golpe político-mediático del 13M es inaceptable como interlocutor para un partido cuyas sedes fueron asaltadas gracias a Rubalcaba, cuyos dirigentes fueron llamados asesinos gracias a los comandos Rubalcaba, cuya repugnante estrategia antidemocrática en la Jornada de Reflexión llevaba su marca de fábrica, mitad PSOE mitad PRISA, y cuya imputación a Aznar y el PP de ser los responsables políticos de la masacre y de mentir a los ciudadanos sobre la autoría de ella fue decisiva en la manipulación del más salvaje atentado de la Historia de España no es ni puede ser considerado un político más. El PP no debería haber tolerado que tuviera un solo cargo en el parlamento. Y si el PSOE se empeñaba en proclamarle caudillo, había que hacer su vida parlamentaria tan difícil como él iba a hacérsela al PP. No tuvieron valor y ahora, lógicamente, tendrán pavor.
La eliminación de Bono responde a la negociación con ETA, para controlar el material del CNI que, en cualquier coyuntura, puede cargarse los términos de la claudicación. Lo de menos era y es Defensa. El nombramiento de Alonso tiene esencialmente ese fin: el control de los servicios de inteligencia y su puesta al servicio del pacto con los etarras. Y en cuanto al nuevo Ministro del Interior, mezcla de Beria y Fouché, es la garantía de que la negociación con los terroristas etarras la hará el que tiene a su cargo a los presos y el que carece de cualquier escrúpulo moral para hacer mangas y capirotes del Estado de Derecho y para perpetrar a costa de la dignidad nacional lo que sea y como sea para seguir en el poder y destruir al adversario político o mediático. Que no es la ETA, por supuesto, sino el PP y la media España que representa.
Viendo el bodrio de Estatuto Catalán que Rubalcaba ha prohijado –antiliberal, antidemocrático y antinacional– podemos hacernos una idea de los pactos a que puede llegar con ETA. Si Alonso, al que no sé por qué ha tratado con tanta deferencia Rajoy, fue capaz de detener ilegalmente a dos militantes del PP por una supuesta agresión a Bono que jamás se produjo, ¿qué no hará Rubalcaba? Si Alonso sigue sin investigar los capítulos más sórdidos del 11M, empezando por la profanación de la tumba del GEO y continuando con la siembra de pistas falsas para extraviar al juez del Olmo, ¿qué no hará Rubalcaba para borrar todas las huellas de la masacre cuyas pistas se ha encargado de enmarañar y cuyo conocimiento de la trastienda criminal es sin duda mayor de lo que ha dicho y se nos ha dicho?
Este es un gobierno para el terror porque se ha hecho para entenderse con ETA y liquidar la investigación del 11M. Y produce terror entre todos los ciudadanos decentes porque se ha puesto la policía en manos del sujeto con menos escrúpulos de España. Los resultados los veremos muy pronto. Viendo los del pasado, del GAL al 13-M, no hace falta mucha imaginación para saber qué nos deparará el futuro: mentira sobre mentira, infamia sobre infamia y manipulación sobre manipulación. Rubalcaba es la verdadera cara de Zapatero, que a su vez es la sonrisa de Rubalcaba. Preparémonos para lo peor, que siempre será menos de lo que Rubalcaba es capaz de maquinar y perpetrar.
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