06 enero 2007

No en vuestro nombre

Sevilla, 6 de enero de 2007


El último atentado realizado por la banda terrorista ETA el 30 de diciembre de 2006 abre más de una incógnita que el tiempo y la justicia aclararán. Es la primera vez que esta banda terrorista comete un atentado sin la previa declaración de que el alto el fuego decretado con anterioridad quedaba roto. Esto podría poner de manifiesto que la dirección del grupo terrorista no posee todos los resortes del poder y que dentro del grupo criminal hay sectores que piensan actuar por su cuenta, no acatando en modo alguno la disciplina que desde la cúpula se les intente imponer.

Esta podría ser una de las explicaciones al cobarde y criminal acto cometido en los aparcamientos del aeropuerto de Madrid. Una manifestación de fuerza dirigida contra la dirección, que pagaron con sus vidas dos ciudadanos ecuatorianos que buscaban nuevas y mejores oportunidades en nuestro país.

La realidad de los hechos demuestra que el proceso de cese de la violencia estaba abocado desde el principio al fracaso, pero estas lamentables circunstancias pueden que hayan cogido por sorpresa, por primera vez en la historia, tanto al Gobierno como a la cúpula terrorista. Al Gobierno que, bajo el mandato del Congreso, creía estar explorando las posibilidades del abandono de las armas con los responsables de la organización. Y a esta porque se les ha puesto de manifiesto que en modo alguno controla la totalidad de la organización y que dentro de la misma existen crepúsculos dispuestos a actuar sin ningún tipo de control o norma alguna, si es que el terrorismo acepta algún tipo de norma que no sea la extorsión, el asesinato y el sufrimiento.

Sea como fuese esta tragedia también deja al descubierto actitudes y formas de hacer política que en todo momento y sin tener en cuenta ninguna argumentación optaron por boicotear el proceso de desarme que el Presidente Zapatero, con todo tipo de cautela y sin ningún tipo de contraprestación, iniciaba.

La utilización inmoral de algunas de las víctimas del terrorismo de ETA por parte de la cúpula del PP se hizo presente en las calles españolas, siendo estas donde fueran, nos acostumbramos a ver como siempre las manifestaciones las encabezaban las mismas personas, siendo o no víctimas hacían exhibicionismo de sus carritos de ruedas. Las palabras de Acebes manifestando que si el PP ganaba las elecciones en modo alguno respetaría lo firmado por el Gobierno. Las declaraciones de Rajoy afirmando que el Gobierno había arrodillado al Estado de Derecho frente a la banda terrorista. Esto y mucho más fue una constante continúa durante estos meses.

Con esta disposición aunque hubiera habido una sola oportunidad de conseguir la Paz, esta se hubiese hecho casi prácticamente imposible, hecho que se confirma en las declaraciones que estos días se están dando, los insultos al Presidente del Gobierno, así como el lanzamiento de piedras y huevos a las sedes socialistas, así lo prueban. Se pide la dimisión del Presidente en vez de condenar a ETA y su barbarie. Estos hechos perpetrados por individuos que portaban banderas preconstitucionales, que es lo mismo que decir insignias fascistas o sea que son iguales los militantes de Batasuna que esta versión neofascista.

Ahora se pide y se insiste de manera reiterativa que el Presidente Zapatero dé explicaciones de su gestión, cosa que me parece bien. El Presidente no tiene nada que ocultar y mucho menos su valentía por intentar salvar vidas.

Pero puestos a dar explicaciones estas no deben pedirse de forma selectiva y para uso dañino contra el Ejecutivo, tienen que se esclarecedoras y contrastables. Por ejemplo, el Sr. Alcaraz y los gritos de asesino al Presidente del Gobierno deberían de explicarnos a la ciudadanía porque no existieron cuando el ex Presidente Aznar, yendo mucho más lejos de lo que el actual Ejecutivo ha ido, afirmaba lo siguiente:
· Aseguró que en función de la evolución del Proceso de Paz el Gobierno sabe lo que tiene que hacer y sabrá ser generoso (18-09-1998).
· Llamó a ETA movimiento de liberación vasco (29-09-1998).
· Trasladó a 26 presos etarras a la península y otorgó 6 regimenes abiertos (31-12-1998).

Está claro por lo expuesto que la cúpula de la Asociación de Víctimas del Terrorismo y el PP con Rajoy al frente tienen muy mala memoria y una falta total de escrúpulos a la hora de exigir explicaciones y no cumplir con las propias.

A Zapatero se le exige que comparezca en el Congreso de los Diputados, cosa que no se le pidió a Aznar. Si tenemos en cuenta los hechos anteriormente descritos y que en aquel entonces ETA mató de nuevo después de anunciar la ruptura de la tregua y que sin embargo los últimos asesinatos se han llevado a cabo sin anuncio previo, estas exigencias son una falta de respeto al Presidente del Gobierno actual y representan un insulto a la inteligencia de los ciudadanos y ciudadanas.

Ha llegado la hora de que los ciudadanos y ciudadanas de España empecemos a manifestar nuestras opiniones libremente a todas las personas que hayan participado en el Proceso de Paz y que se las hagamos saber en la calle con manifestaciones, concentraciones, etc., etc.

La equidad es uno de los pilares sobre los que se apoya la Democracia, si permitimos que la doble moral de la derecha más rancia española dirigida por Rajoy, Acebes, Zaplana, Elorriaga, Astarloa, etc., quede sin respuesta democrática estaremos cometiendo un error y sobre todo una injusticia que en el futuro nos pasarán factura.