27 enero 2007

Las entrañas de la bestia

Sevilla, 27 de enero de 2007


Uno de los grandes dilemas de la vida es cuando tenemos muchas preguntas y muy pocas o ningunas respuestas. He oído hasta la saciedad que ninguna persona, que no sea un enfermo o un asesino, puede comprender o racionalizar las acciones, la forma de pensar y de actuar de la organización terrorista ETA.

Estas reflexiones, que comparto en su totalidad, sin embargo no me acercan a ningún tipo de conocimiento, ni me ofrecen respuestas a algunas de las cuestiones que, como ser humano y como mujer se me plantean en la vida cotidiana.

El antropólogo Marvin Harris define la endoculturación como el proceso por el cual una sociedad transmite sus valores y formas de vida a las nuevas generaciones que pasado los años, nos sucederán. Esta endoculturación se basa en que los individuos mayores y con poder estimulen el comportamiento adecuado para la sociedad joven premiándolo o gratificándolo. Si por el contrario el individuo se opone a la aceptación de las normas será recriminado y adoctrinado para que estas sean aceptadas. Si aún así, los elementos endoculturales, no logran el cambio de actitud deseado, se opta por la exclusión del individuo, de tal forma, que nunca llegará a significar, en modo alguno, un ejemplo a seguir por los demás individuos que forman la sociedad.

Esta teoría que es aceptada por su racionalidad y porque en la práctica de la vida real, podría explicar muchos comportamientos sectarios que contemplamos y vivimos día a día, y que para la mayoría de la población tiene segunda parte que el mismo antropólogo desarrolla:

Por muy fuerte que sea la endoculturación de una sociedad, siempre existirán individuos que no acepten las normas sociales establecidas que pueden hacer a lo largo de los años que esta evolucione o involucione, según en que casos esto queda demostrado de manera palpable. Los dos grandes bloques que se enfrentaron en la Segunda Guerra Mundial, fueron los países que habían evolucionado hacia la Democracia y el respeto a las libertades y aquellos otros como Alemania, que bajo la dictadura, Hitler había llevado a la máxima degradación humana jamás conocida.

Sin embargo esta teoría tan elaborada y que empíricamente se ha demostrado cierta, no da respuestas a mis preguntas. Será porque el tema a tratar sea posiblemente la excepción que confirma la regla. Entiendo que la banda armada mediante la distorsión de la realidad, la intoxicación y la manipulación hagan creer a los asesinos que son héroes y a la familia de estos que deben sentirse orgullosas por tener un hijo o una hija que lucha contra “los opresores”. Lo que no entiendo de ninguna manera, ni encuentro respuesta alguna es a la unanimidad con que todo este proceso se lleva a cabo.

No logro entender como ningún padre, madre, hermana, hermano, esposa o hijo, no acusa a la cúpula terrorista de haberles robado a un ser querido, haberlo convertido en asesino o asesina, para al final verlo entre rejas, separado de los suyos, perdiendo y renunciando a una vida que jamás volverán a tener. Las manos manchadas de sangre antes o después solo te pueden llevar a la locura como le sucedió a Lady MacBeth.

En la dictadura de Videla unas pocas mujeres con pañuelos blancos desfilaban por la Plaza de Mayo reivindicando a sus hijos, hijas, nietos y nietas desaparecidos. Desafiando con este gesto a una de las dictaduras más feroces y criminales, al principio, no las tenían en cuenta y las llamaban locas, pasado los años, aquel grupo de madres y abuelas abrieron la puerta a la caída de la dictadura y llevaron a muchos genocidas a la cárcel.

Qué respuesta puedo encontrar a lo que ocurre en el País Vasco, cuando en plena Democracia cada uno, dentro del marco jurídico actual, en el que solo tenemos como límite la dignidad humana, puede luchar por sus ideas políticas y conseguir sus metas. Qué respuestas puede tener la nula discrepancia que se mueve entre los familiares de los presos etarras. Cómo una madre o un padre pueden estar tan desquiciados para ver la realidad tan distorsionada de manera tan unánime.

Mis preguntas siguen sin respuestas, espero que algún día, que esta unanimidad del terror que hay, en el entorno de banda terrorista, se rompa y que los padres y las madres de las posibles víctimas, de un grupo de líderes mesiánicos respondan al instinto básico que posee el ser humano: El defender a nuestra prole, a nuestros cachorros de los depredadores.

3 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Estupendo artículo, muy currado.

9:40 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Estupendo.

9:47 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

La Marcha contra Zapatero del 10-03-2007.

Ellos caminan alrededor como gente normal.
No se ven entre si. Ellos ven lo que quieren ver.
No saben que están muertos.

Federico García Lorca

11:22 a. m.  

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