20 enero 2007

Esperando a Rajoy


Sevilla, 20 de enero de 2007



Samuel Beckett, tras estrenar su obra de teatro “Esperando a Godot” en 1952 dio paso a lo que más tarde se llamaría el “Teatro de lo absurdo”. En esta obra sus principales protagonistas son: Vladimir, Estragon y Godot. Vladimir entabla una conversación carente de sentido con Estragon mientras ambos esperan a un tercero llamado Godot, no saben nada sobre él y mucho menos saben para que lo esperan. Pues bien, pasados algunos días del fatídico 30 de diciembre en el que fueron asesinados de manera miserable por parte de ETA dos ciudadanos ecuatorianos, parece que el PP con Rajoy a la cabeza está interpretando como nadie la obra de Beckeet.

Las continuas manifestaciones que tuvieron lugar antes de esta fecha contra ETA y contra el Gobierno, en momentos que llevábamos el periodo más largo de nuestra historia sin víctimas, contrasta con lo absurdo de que el PP en pleno se negara acudir a la manifestación contra ETA, convocada por las dos grandes centrales sindicales del país junto a ecuatorianos residentes en España, poniendo así de manifiesto lo absurdo de manifestarse de manera continuada cuando no había muertos y negar su presencia cuando se cometieron los asesinatos.

En todo este proceso, el absurdo de Rajoy tanto a la salida de la entrevista que mantuvo con Zapatero, como con respecto a la asistencia a la manifestación convocada por CCOO, UGT junto con los ecuatorianos, afirmaba que no lo tenía claro. Cosa que resulta todavía más absurda. Si usted, como líder de la oposición no es capaz de tener las cosas claras, queda de manifiesto que es absurdo que siga siendo líder de la oposición.

También resulta absurda su oscuridad, porque en momentos de nuestro pasado reciente usted, con mucha menos luz, tomó y apoyó decisiones que tuvieron consecuencias trágicas para nuestro país, como la decisión de invadir Irak. Esta se tradujo en que el sábado 29 de noviembre del 2003 fueran asesinados por terroristas islamistas siete agentes del Centro Nacional de Inteligencia, que estaban allí porque Aznar los envió y usted como Vicepresidente del Gobierno apoyó aquella medida. El descuartizamiento de los cadáveres y el ensañamiento con sus restos, es algo que recordaremos muchos ciudadanos y ciudadanas como muestra de la peor de las barbaries. Estos muertos sí que fueron responsabilidad suya, que no culpa, pero todavía estamos esperando una disculpa. Así como es responsabilidad suya ¿o no? los 192 muertos que tuvimos como consecuencia de nuestra intervención militar en Irak. Esto no lo sabremos hasta después de celebrarse el juicio por tan terribles hechos con la sentencia en la mano.

Y si cabe, lo más absurdo de todo es que en el Congreso de los Diputados usted se permita afirmaciones tan desafortunadas como absurdas, que por coherencia con mi salud mental no voy a repetir. A estas alturas y comparativamente hablando puedo decir que con su actitud la obra de Beckeet es un dechado de racionalidad y moderación, si la comparamos con su actuación y la de su partido en todo este asunto.

Una sociedad será más inteligente cuanto más apueste por la convivencia, el entendimiento y la unión por resolver los problemas que padece. Esto siempre se traducirá en una mejor convivencia y en una mayor calidad de la Democracia que todos y todas disfrutaríamos.

Por otro lado, la manifestación de lo absurdo de la desmesura que usted encabeza, sólo nos puede llevar a una ciudadanía estúpida, incapaz de resolver sus problemas y convivir en armonía, tenga cada uno el color que tenga. Ejemplo claro de este absurdo supone que personajes como Esperanza Aguirre, el Sr. Gallardón y usted mismo fueran a dar el pésame a las familias de los asesinados y sin embargo se negaran a ir a una manifestación en contra de sus asesinos.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

La Marcha contra Zapatero del 10-03-2007.

Ellos caminan alrededor como gente normal.
No se ven entre si. Ellos ven lo que quieren ver.
No saben que están muertos.

Federico García Lorca

11:19 a. m.  

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