23 abril 2004

Vendedores de tristeza

23 de abril de 2004

Las legiones del PP, con su carga de pesimismo, suponen una amenaza a las ganas de vivir. Son una colección de dirigentes tristes, y puede que en esto radique su única oportunidad de triunfo electoral. No minusvaloremos la tristeza que transmiten estos destructores de esperanzas, comedores de futuro, paladines del enfrentamiento, caballeros oscuros del resentimientos, destructores de la solidaridad, ofendidos perpetuos, patrioteros, que no patriotas.

¿Existe un país que pueda permitirse semejante carga, sin que sus estructuras democráticas y de convivencia se vean afectadas gravemente por este mal de la intolerancia, la descalificación y el enfrentamiento continuo? Nuestra democracia, aunque sólida y estable, no tiene tantos años como otras democracias de nuestro entorno.

Parece que al PP, a pesar de su derrota electoral, le cuesta aceptar la voluntad del pueblo. Sólo así se entiende que un ex – Presidente de gobierno descuelgue el teléfono para llamar a Bush y hacerle partícipe de su contrariedad ante la retirada de las tropas de Irak. Decisión tomada por el ejecutivo elegido democráticamente, y que venía recogida en su programa electoral como un compromiso ineludible. Esta actitud del señor Aznar supone, a mi entender, un claro menosprecio hacia el gobierno actual, y una burla a los votantes que lo llevaron al poder.

¿Se imaginan lo que podríamos decirle a él, si aplicásemos a su persona la ley de Talión del ojo por ojo y diente por diente? Después de ocho años de gobierno, por menos que esto se permitió llamarnos traidores, radicales, “pancartistas” y todas las descalificaciones que le dio la gana sin tener en cuenta a quiénes representaba.

Los socialistas, en estos tiempos nuevos que comienzan, pensamos que no se puede destruir a los antropófagos comiéndoselos, sino que deben ser la verdad y la realidad de los hechos los que los ponga en su sitio.

1 Comments:

Anonymous Anónimo said...

Los versos de fray Josepho.

La farsa, el contubernio, la artimaña,
la hipocresía, el cálculo, el engaño,
el dolo, la recámara, el apaño,
la demagogia astuta y la campaña;

el truco, la engañifa, la patraña,
el complot marrullero y soterraño,
El País y la SER en el escaño,
la disimulación y la maraña;

el colmillo enroscado, la doblez,
la argucia y el ardid chiticallando,
la martingala, el plan, la mala baba;

la artera y colosal desfachatez,
la calva, la trastienda y el comando;
la cara dura. Insisto: Rubalcaba.

6:43 p. m.  

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