11 septiembre 2003

El club de la comedia

11 de Septiembre de 2003

Qué grandes actores se ha perdido el Club de la Comedia al dejar fuera a dos cómicos tan magníficos como Rajoy y Aznar. Qué gran desperdicio para el humor de este país, la mordacidad de estos personajes roza la perfección. El manejo de las palabras, justas y necesarias, y apoyadas por gestos que les otorgan el énfasis preciso, hace de ellos grandes maestros de la risa.

Estos dos excelentes cómicos, que se prodigan generosamente, suelen tener en sus mítines políticos unos seguidores fieles a los que cualquier cosa que digan o que hagan les produce la risa de inmediato, pero esto es porque son buenos cómicos, no porque los espectadores de sus representaciones sean militantes del PP.

De tal manera su sentido del humor es sutil y brillante que yo, que me considero muy poco dotada para los temas cómicos, me siento inclinada a emularles, eso sí, entendiendo que no puedo aspirar a tanta excelencia.

Una de las historias más divertidas que le he escuchado al señor presidente de gobierno, y que arrancó carcajadas de los asistentes de manera inmediata, era que una señora se fiaba de él porque podía olvidarse el bolso a su vera sin que él lo abriera. La historia tiene tanta gracia que yo no puedo por menos que comentarla y hacerla más extensa, recordándole a él y a dicha señora que a usted y a los que pertenecen a su misma clase no les hace falta abrir el bolso de nadie, porque durante 40 años sus familias metieron la mano en la bolsa de todos los españoles. No me digan que esto no es gracioso. Claro que todavía lo fue más que intentara retira el PER, perjudicando así a andaluces y extremeños, mientras recogía la cola del vestido de novia que lució su hija, la gran princesa de la democracia, como algún periodista la definió.


Pero en honor a la verdad quiero decir que el señor Rajoy, cuyo nombre de guerra empieza a ser conocido (Plastidecor le llaman), ya saben ustedes, por aquello de los hilillos de plastilina, tampoco se queda atrás en esto de la comicidad. Al señor Plastidecor se le conoce políticamente por ser el apagafuegos del PP, el tipo de persona que esconde la basura debajo de las alfombras, como en el caso Naseiro. No me digan que no es tronchante que ahora actúe como un gran estadista.

En definitiva, forman un buen dúo cómico, quizás no tanto como el gordo y el flaco, o como Abbot y Costello, o Martes y Trece, pero démosles tiempo que seguro que lo consiguen.